Saber que...: Curiosity, 7 minutos de terror

Curiosity

Vehículo de exploración de la NASA, fue lanzado el 26 de noviembre 2011 desde Cabo Cañaveral (sureste de EEUU) , su misión es buscar respuestas a las antiquísimas preguntas de vida en otro planeta, imaginarias historias de marcianos. Se espera llegue en la madrugada del lunes a Marte.

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Se acerca el fin de su travesía espacial para comenzar la siguiente etapa al posarse este 6 de agosto 2012 a las 5.31horas (GMT, hora Greenwich) sobre la corteza marciana, después de viajar 570 millones de kilómetros, pesa una tonelada, con seis ruedas y del tamaño de un coche pequeño, es el más grande de los artefactos de exploración enviados a Marte.

Para su entrada a Marte empleará en su descenso un paracaídas gigantesco y una grúa, el SkyCrane, operada con cohete. Dotado con las más avanzadas tecnologías, esta exploración tendrá una duración de aproximadamente 2 años terrestres, con un costo total de 2.500 millones de dólares.

Construido para realizar una exploración planetaria, está equipado con diez instrumentos científicos, elementos para destruir rocas, perforar el suelo, hacer pruebas de radiación, un generador nuclear y un mástil con cámaras de alta definición, participan en esta odisea .

La misión:

Tratará de descubrir si el ambiente marciano pudo haber sido favorable al desarrollo de vida microbiana y buscará recabar datos para preparar una futura misión tripulada.

De ser exitosa esta misión, la NASA espera contar con algunas imágenes de baja resolución en blanco y negro poco después del descenso.

Descenso

Tras una complicada maniobra, comparado con lanzar una flecha y que tiempo después llegue al punto exacto a un blanco en movimiento, el Curiosity debe posarse en el Cráter Gale, cerca del Monte de Sharp (5.000 m). El sitio, uno de los más bajos de Marte y punto de convergencia de varios ríos que se cree fluían provenientes de zonas altas, podría contener valiosa información sobre el pasado en sus capas sedimentarias.

Al entrar a la “atmósfera” marciana, la cápsula espacial que transporta al laboratorio explorador deberá disminuir su viaje de alrededor de 21,243 kilómetros por hora para permitir que el Curiosity se pose sobre la superficie marciana a una velocidad de aproximadamente 2.74 kilómetros por hora.

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7 minutos de terror

Llamados así por la NASA, a los minutos previos al descenso, nada debe salir mal cuando el "Curiosity" realice la arriesgada maniobra para posarse sobre el planeta rojo, ya que significaría el fracaso de la misión.

La cápsula se adentrará de golpe en la parte superior de la atmósfera de Marte, lo cual elevará la temperatura alrededor del escudo térmico a 2100 C°; esto es más de dos veces más caliente que la lava basáltica.

"Este es el descenso más desafiante que jamás hemos intentado", manifestó Doug McCuistion, director del Programa de la Nasa para Exploración de Marte.

Condiciones climáticas en Marte:

El momento del descenso será de gran tensión, uno de los principales temores son las condiciones climáticas, luego de que una tormenta de polvo se formara días atrás en el lugar donde va a descender Curiosit.

En un comunicado divulgado el sábado dijo el responsable científico adjunto del proyecto MSL, Ashwin Vasavada: "Marte está siendo propicio y tendremos buenas condiciones (meteorológicas) para el domingo",contiinúa diciendo,

"la nube de polvo probablemente no llegue a Gale Crater en el momento en que se produzca el descenso, no se espera que afecte de ninguna manera el ingreso y el descenso".

Los ingenieros deben luego pasar practicamente todo agosto, controlando el funcionamiento de los equipos del vehículo, según el subdirector del programa Richard Cook.

El Curiosity podría comenzar su primer recorrido del suelo marciano en septiembre, y las primeras perforaciones entre octubre y noviembre.

Conclusión:

Si el rover supera sin daños la complicada y arriesgada maniobra para posarse en el cráter Gale, rodará desde allí durante unos dos años por Marte y tomará y analizará muestras de rocas en busca de agua, lo que confirmaría un indicio de la existencia pasada de vida microbiana.