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| Superficie terrestre desde el espacio. Panoramica parcial NASA |
Situada en la estratosfera terrestre, la capa de ozono cubre el planeta para reducir la llegada de radiación solar a la superficie, que actúa como un gran protector solar, sin ella los humanos y animales experimentaríamos mayores tasas de cáncer y cataratas entre otras patologías.
El enorme agujero fue descubierto en 1985, desde ese momento se han realizado movimientos ecologistas y de gobiernos para reaccionar con agilidad.
Dos años después se firmo el Protocolo de Montreal en el que pactaron 196 países y la Unión Europea, el compromiso de la eliminación de sustancias CFC causantes del daño a la capa de ozono, tales como los aerosoles, las instalaciones de refrigeración, los pesticidas y disolventes. Y que con alivio, en el 32 aniversario de la firma de ese pacto (septiembre 2019), se dieron a conocer, por parte de los científicos del Servicio de Vigilancia Admosférica Copernicus, los resultados de la evolución del agujero, que sus dimensiones son menores, gracias a las medidas tomadas y acatadas.
A pesar de la prohibición mundial, se ha descubierto que algunos puntos de la Tierra, siguen emitiendo gases CFC, los mecanismos para detectar de dónde vienen apuntan algunas regiones del este de Asia, indica el copresidente del comité de expertos del Protocolo de Montreal, David Fahey.
Según los cálculos científicos, son unánimes al decir que de seguir con los lineamientos, aproximadamente para el 2070 la capa de ozono tendrá una recuperación total, a niveles de 1970 cuando aún no era visible el daño.
Actualizado 24 abril 2020
En este mes de abril 2020 surgió un fenómeno extraordinario que ha dejado a la comunidad científica impactada, el agujero se ha cerrado. El motivo de su desaparición no tiene nada que ver con la reducción de contaminación que ha permitido el confinamiento por la pandemia del Coronavirus, sino más bien a una ‘ola de calor’.
Actualizado 24 abril 2020
En este mes de abril 2020 surgió un fenómeno extraordinario que ha dejado a la comunidad científica impactada, el agujero se ha cerrado. El motivo de su desaparición no tiene nada que ver con la reducción de contaminación que ha permitido el confinamiento por la pandemia del Coronavirus, sino más bien a una ‘ola de calor’.
Ante la emergencia mundial del COVID 19
#quedateencasa
#pandemiacoronavirus
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